THE FIVE CONFLICT-HANDLING MODES
¿Cuál es tu forma de reaccionar ante un conflicto?
En general no nos suelen gustar los conflictos. No nos gusta tenerlos en el ámbito personal ni tampoco en el laboral. Pasarse el día discutiendo, tratando de evitar a alguien o con sentimiento de resentimiento es cansado y acaba pasándonos factura tanto a nivel mental como físico.
Los conflictos son inherentes a las relaciones sociales, por lo que surgen de forma espontánea y a veces inesperada. Los conflictos surgen como consecuencia de la percepción subjetiva de la realidad, es decir, que la realidad es una construcción social subjetiva. No existe una sola realidad, sino que existen tantas realidades como puntos de vista des de los cuales se mira.
Es por esto que nuestro día a día está lleno de diferencias de opinión. Pero estas divergencias no tienen que significar algo negativo, sino que pueden ser una oportunidad de aprendizaje y crecimiento si se aprovechan debidamente. De esta manera queremos transmitir la importancia de que haya una buena gestión de los conflictos, ya que si se gestiona correctamente el resultado puede ser positivo y se puede acabar en una situación mejor que la del inicio.
Así que, ¿Cómo actúas tú cuando te encuentras en una situación de conflicto?
¿Eres más de no darle importancia y fingir que todo sigue normal para no encarar el problema de frente? ¿O de los que a la mínima saltan a la defensiva?
¿Intentas ir hasta el fondo del asunto o solo solucionar lo justo para poder seguir?
Kenneth Thomas y Ralph Kilmann consultores de empresas, educadores y autores de varios libros, desarrollaron juntos una teoría sobre el manejo de los conflictos.
Thomas-Kilmann proponen un modelo en el que plantean 5 modos de manejo del conflicto. Estos autores proponen mirar en dos ejes, por un lado la asertividad (el énfasis puesto a las propias necesidades) y por el otro la cooperación (el énfasis puesto a las necesidades de la otra parte).
A partir de estos dos ejes, Thomas-Kilmann propone un cuadro donde distingue cinco estilos posibles para enfrentar conflictos. Según ellos, cada individuo es capaz de utilizar estas 5 maneras distintas para manejar los conflictos, aunque a la hora de la verdad tendemos a utilizar principalmente una o dos, que se definen como nuestros estilos favoritos.
Si quieres saber en qué consiste cada uno de estos estilos te lo explicamos a continuación::
Estilo competitivo: El objetivo es ganar a toda costa y hacer valer la posición de uno mismo. En este estilo es vital que las cosas se hagan como uno quiere, aunque exista el riesgo de quedar mal o de romper alguna relación. Lo que cuenta es aferrarse a una idea y tratar de salirse con la suya, especialmente cuando uno está convencido de que su posición es la más acertada y conveniente para todos. Mejor utilizarlo con moderación.
Estilo complaciente: Actuamos así cuando estamos más pendiente de los problemas y preocupaciones de los demás que de nuestros propios intereses. Y como resultado, nos acomodamos y cedemos. ¿Motivos por los que cedemos? Cuando conservar la relación entre las partes es sumamente importante, por deferencia, por aprecio, generosidad, obediencia, por evitar un daño mayor, porque la otra parte está en plan intransigente, etc.
Estilo Evasivo: Como puedes imaginar, consiste en actuar de forma esquiva y no afrontar el conflicto. Actuamos de forma evasiva cuando consideramos que no es el momento ni el lugar adecuado para tratar el conflicto. Cuando esto sucede, lo aplazamos, damos un rodeo o ponemos cualquier pretexto para evitarlo. También cuando nos sentimos en desventaja o pensamos que no saldríamos beneficiados porque corremos el riesgo de terminar cediendo (y no queremos eso). Los asuntos incómodos y embarazosos también son firmes candidatos a ser aplazados.
Estilo Colaborador: En esta forma de manejar los conflictos se procura dar con una solución que satisfaga a todas las partes implicadas. Por supuesto hay que trabajárselo, la paz no llega por arte de magia… sino escuchando de forma activa, intercambiando información para conocer cada punto de vista y que todos tengan la oportunidad de defender su razonamiento. Es el estilo preferido cuando ambas partes quieren conservar en buen estado su relación; y también para los casos en los que hay tiempo de sobra para encontrar una solución en la que todos ganen.
Estilo Comprometido: A medio camino entre el estilo complaciente y competitivo, pero no tan colaborador como el anterior. El concepto podría ser «ni para ti, ni para mí». Lo utilizamos para llegar a una solución intermedia en la que todos han cedido un poco. En principio no es la que hubieras deseado, pero es una solución aceptable que te puede valer.
Si quieres conocer más sobre tu forma de lidiar con los conflictos puedes hacer el test que te dejamos a continuación. Donde podrás ver que porcentaje de cada estilo corresponde a tu modo de manejar los conflictos
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